era la primera vez que estaba conforme con algo que había escrito. era un cuento.
no sé a qué edad lo había terminado, pero tampoco es que haya sido demasiado chico; nunca fui prodigio para más que ser irreverente y maleducado.
no me acuerdo bien de qué trataba y no tengo copia. imagino que no debía ser nada brillante, aunque debió haber estado bastante decente como para que yo venciera mi timidez y se lo mostrara a alguien. en aquel caso, sólo a mi mamá. mi primera lectora.
recuerdo, sí, que al pie lo había firmado como jorge luis borges. no era con motivo de usurpar su prestigio ni nada por el estilo; ni siquiera había leído nada de él. pero precisaba que mi mamá no fuera mi mamá y borges era el único nombre propio que yo relacionaba con eso de escribir.
hice mis últimas correcciones, firmé con nombre ajeno e hice la entrega del caso.
-má, leé esto.
-¿para qué?
-tengo que escribir una opinión sobre esto para el colegio.
-ay, pero vos sabés que el que sabe de estas cosas es tu padre.
-dale, má.
ni siquiera hoy sabe que aquello que le di era de mi autoría.
ah, le pareció inentendible. como todo lo de este tipo, dijo.